martes, 13 de julio de 2010

JOSÉ LUIS ZAMARRIEGO: ET VOILÀ (el "superávit" en clave de humor)

Me siento tan satisfecho de las finanzas domésticas del último año que necesito contártelo. Verás:

Nuestros ingresos han sido los siguientes:

Rendimientos del trabajo: 12.592
Transferencias de mi padre (cada vez más pobre): 9.989
Ingresos por acogida de huéspedes en mi casa: 124
Total de ingresos domésticos: 22.705

La suma de los gastos, a su vez, han sido los que relaciono:

Gastos domésticos: 26.080
Ayudas a nuestros hijos (escasas): 228
Intereses de préstamos: 1.260
Total de gastos domésticos: 27.568

Es decir, hemos tenido un exceso de gastos sobre ingresos de 4.863 euros.

Además, nos hemos comprado un coche, para cuya adquisición, una vez más, hemos tenido el apoyo de mi padre:

Precio del coche: 7.251
Ayuda paterna: 6.727

Hemos desembolsado, por tanto, 524 euros en inversiones.

En resumen, los compromisos de pago adquiridos por gastos e inversiones han superado a los ingresos (y donaciones de mi padre) en 5.387 euros.

Y te preguntarás ¿cómo hemos podido sostener la situación si no teníamos dinero?:

Muy sencillo, le contamos a nuestro banco que necesitábamos un crédito para atender distintas deudas vencidas, contraídas con quienes nos suministraban de los bienes y servicios necesarios para una digna existencia. Reforzamos la petición con la excusa de que si nos estiraban el crédito a un plazo de seis años, podríamos atender los vencimientos del nuevo crédito aplicando al mismo, cada año, una parte de nuestros ingresos, aunque tuviéramos, para ello, que “apretarnos el cinturón”. Y, ya puestos, le pedimos una carencia de dos años para “andar sobrados” y ganarnos la confianza de nuestros suministradores.

El banco nos autorizó el crédito siempre y cuando le atendiéramos las amortizaciones e intereses vencidos (sí, también les debíamos dinero).

El banco nos concedió 11.093 euros, importe del que dedujo 3.787 euros (lo que les debíamos y algunos vencimientos inmediatos; no fuera que nos ausentásemos de casa y les dejásemos impagado algún otro préstamo inmediatamente después de habérsenos concedido este último).

Con el dinero sobrante, 7.306 euros, atendimos poco más de 5.300 euros a nuestros suministradores ¡¡ET VOILÀ!! Hemos terminado el año 2009 con un superávit de 2.000 euros.

No obstante, a pesar de mi regocijo, he discutido con los míos. No querían que desvelase nuestra estrategia, no fuese que nos copiase algún Ayuntamiento, con cifras mil veces superiores a las nuestras.

“No os preocupéis, les darían un premio”, contesté.

José Luis Zamarriego
UPyD GALAPAGAR

No hay comentarios:

Publicar un comentario